Expresión y comunicación:

La creatividad es la expresión (exteriorizada) de un flujo de comunicación entre nosotros y todo lo que nos va sucediendo en la vida.
Para poder expresarla se necesitan un entorno seguro y adecuado, así como un grado alto de autovaloración y autoconfianza.
Salir de nuestra zona de comfort, arriesgarnos a la frustración y al rechazo, forma parte del proceso creativo.
Eliminar los límites que acarrean el querer controlar el proceso creativo es esencial. Al ser individual y a la sociedad se los ha intentado controlar desde siempre, controlando los impulsos básicos creativos y sexuales mediante su negación y prohibición. Así, nos hemos encontramos atrapados y secuestrados en miedos y conductas, fruto de la negación de nuestra propia naturaleza, del deseo de disfrute y de juego, más allá de la obligación y del deber.
Las restricciones morales, sociales, culturales y familiares pueden ser una fuente de profundo aprendizaje en el proceso creativo. Romper moldes de comportamiento, personalidad, aprendidos o adquiridos, con los que nos hemos identificado por mucho tiempo pero en los que no nos sentimos felices, es parte del proceso.
En la creación, desde mi punto de vista, se produce una re-definición de una misma. No siempre da lugar a lo que se esperaba obtener, de ahí la frustración, pero en el ensayo-error es donde se crea.
Es clave no desistir. Podemos cambiar de dirección, de método creativo, o dejar reposar las ideas por un tiempo..., para más adelante volver a ellas.
Observar y escuchar lo que el cuerpo físico y las emociones nos quieren decir es importante, pero, desde mi perspectiva, identificarnos con ellas como lo que somos es un constructo social y mental. Ni el uno ni las otras son estáticos, son modificables y reactivos, tanto al entorno como a nuestra percepción interna y pensamientos. Por tanto, cambiamos y evolucionamos como individuos. Nos estamos creando constantemente; nuestra plasticidad mental y adaptabilidad son reales y ratificadas por la neurociencia.
Cuando creamos, expresamos una parte muy profunda del ser que es muy difícil expresar de otra forma.
Considero esencial enseñar y potenciar la creatividad en la educación.
Todos tenemos algo único y genuino que aportar a la sociedad. Cada proceso creativo, cada idea se potencia con la de los demás, ayudando al desarrollo evolutivo de la sociedad y de la humanidad como especie.
¡Inspírate!
Bibliografía: “Una mochila para el Universo”, Elsa Punset. “Ensayo sobre la ceguera”, José Saramago. “Los pilares de la Felicidad”, Bernabé Tierno.
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